La revista digital de los Ex alumnos Licmilaya

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Promoción XIII – “Teniente Coronel de Ingenieros Juan Manuel Cajigal”

La XIII Promoción “Teniente Coronel Ingeniero Juan Manuel Cajigal” (1967-1972) egresó del Liceo Militar “Gran Mariscal de Ayacucho” el 19 de julio de 1972 apadrinada por el Gral. Brig. (EJ) Alberto Leal Torres (Director), el May. (EJ) Juan Bastardo Velásquez, la Prof. Aura Ojeda de Hernández y el Prof. Excermín Roa. Cuanta sabiduría y enseñanzas nos compartieron.

Ese día, 56 jóvenes mariscalistas, 17 mujeres y 39 hombres, coronábamos nuestros esfuerzos y comenzábamos una nueva etapa en nuestras vidas. Salíamos al mundo, “con el alma y aliento encendidos”, después de cinco años de una demandante formación moral, académica y militar. Mucho habíamos madurado durante ese tiempo.

Ciento ochenta y ocho niños, provenientes de diferentes rincones de la geografía nacional, habíamos ingresado un 19 de septiembre de 1967, pocos días después del terremoto de Caracas. Algunos no culminaron sus estudios con nosotros en las aulas del LICMILAYA, pero los lazos de amistad y camaradería que ahí se forjaron aún persisten. Once de ellos marchan a nuestro lado. Es así como, cuando nos reencontramos, después de muchos años sin vernos, nos da la sensación de que la última vez que nos vimos fue el año pasado.

Con tristeza debimos despedir a seis compañeros que al presente disfrutan la vida eterna al lado del Señor.

La XIII vivió el cambio de uniformes. De azul marino a verde en el uniforme de paseo y gala. De pantalón y camisa manga larga caqui y con corbata a pantalón verde olivo y camisa manga corta blanca y sin corbata para las aulas, de pantalón de faena gris a verde olivo. Mas de un representante puso el grito al cielo.

Gracias a la creatividad de algunos compañeros muy talentosos tuvimos una revista y un grupo de teatro. El “Centinela” y TALMA 13 deleitaron a los alumnos con sus publicaciones y obras de teatro por varios años. Donamos al Liceo la primera pantalla de cine artesanal. Medimos, calculamos y a los Telares Palo Grande fuimos a comprar la lona. Muchas películas proyectamos para recaudar fondos para nuestra graduación. Como olvidar que de nuestras filas salieron dos Reinas del Liceo. No hablemos de las parejas que allí se conocieron, que luego hicieron familias y hoy perduran. Lo cultural, la iniciativa y el amor también moldearon nuestra juvenil personalidad y carácter.

En el Glorioso Campo de Carabobo dijimos presente en 1971, participaríamos en la celebración del Sesquicentenario de la Batalla de Carabobo. Larga fue la travesía por tierra para asistir a Cumaná, cuna del Gran Mariscal de Ayacucho, con motivo de la celebración de un aniversario más de la Batalla de Ayacucho. En menos de un año volvimos a Cumana para otro Sesquicentenario, el de la Batalla de Pichincha, esta vez en un C-130. ¡Éramos antiguos! En ningún año faltamos en la Avenida Los Proceres para conmemorar el Día de la Independencia y el Día de las Fuerzas Armadas. Siempre con la carabina al hombro y redoblando el paso a 90 grados.

En 5to Año nos correspondió recibir a los nuevitos de la XVII Promoción. Todos en una sola compañía, cada pelotón con dos brigadieres y treinta nuevos. En nuestro primer año todos lloramos alguna vez, pero agrupados en distintas compañías. En ese ahora, muchos sollozaban con la cara contra la almohada, en un mismo dormitorio, justo después del Toque de Silencio. Cada brigadier presente sabía que estaba pasando por la mente de los nuevos; para luego con el tiempo estimar “Muchachos cuidando niños”.

Cincuenta años después aún corre sangre verde por nuestras venas para recordarnos los valores y principios aprendidos en nuestros hogares y reforzados en el LICMILAYA, junto con otros valores allí aprendidos, para concebirnos orgullosos venezolanos de bien.

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