La revista digital de los Ex alumnos Licmilaya

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En Memoria de La Tragedia de “La Grita”, en 1984 – Liceo Militar Jáuregui

Transcurridos 39 años de aquel fatídico y triste suceso en donde 34 estudiantes del Liceo Militar Hermano Jáuregui perdieron la vida viajando en un autobús, contamos los hechos según la información recogida de la Fuente: Radio rescate, quien la escribió según la información suministrada por el Exalumno sobreviviente Gerson Darío Camacho Rolón.

Exalumno sobreviviente Gerson Darío Camacho RolónSegún relató el Ex Alumno, cuando apenas tenía 13 años de edad, estudiante para ese entonces del segundo año de bachillerato, el destino le deparó ser actor presenciando este siniestro y estar al borde de la muerte. Quedando como uno de los ocho sobrevivientes de este trágico y lamentable accidente.

Ese día, un sábado nueve de junio de 1984, como era costumbre, los autobuses llevaban a los estudiantes hacia las ciudades de San Cristóbal, Mérida y otras poblaciones aledañas.

«Yo abordé el transporte que nos trasladaba a San Cristóbal, salimos del liceo como a las diez de la mañana; durante el viaje, algunos íbamos durmiendo; cuando pasamos por la central de Las Mesas de Seboruco, ya llegando al sector Las Pavas, desperté al escuchar los gritos de mis compañeros», expresó Camacho.

Aparentemente, el chofer (Acacio Ramón Labrador Guerrero) perdió el control debido a fallas mecánicas y para no dirigirse involuntariamente hacia la autopista, repleta de vehículos, trató de encunetarse, perdiendo el control, cayendo con todos sus pasajeros en lo profundo del abismo que cruza el puente que se encuentra en esa zona. El autobús quedó completamente en posición vertical.

Lamentablemente tan solo un pequeño grupo de alumnos pudo salir, antes que el fuego se extendiera por todo el vehículo.

Acto del sepelio

Según el Diario “La Nación”, Edición del 13 de junio 2020: La ayuda no llegó a tiempo, al momento de ocurrir el accidente, una avioneta sobrevolaba la zona y el piloto se percató de lo ocurrido y fue el encargado de dar la alarma. Avisó a la torre de Control del Aeropuerto de La Fría, pero cuando la ayuda llegó, ya era muy tarde, el autobús ardía, estaba siendo consumido por el fuego y hacía imposible adelantar cualquier operación de rescate.

El acto del sepelio fue un triste acontecimiento, donde el pueblo de San Cristóbal se volcó a la calle para despedir a los estudiantes y muchos ciudadanos los acompañaron en caravana hasta lo que sería la última morada. Las emisoras de radio trasmitieron en directo y dispusieron de unidades móviles para cubrir el recorrido.

Según la información recogida esta fue la Lista de las víctimas, se trató de los estudiantes: Henry Adolfo Rui Jaimes, Lisset Dinora Arias Contreras, Marly Karlith Eslava, Rigoberto Gutiérrez Villamizar, Omar Enrique Gómez Vega, Hugo José León Monsalve, Jenny Geledia Ostos Quiroz, Lunet Peña Oliveros, Yoel Gregorio García Márquez, Reinaldo de Jesús Milano Calzadilla, Javier Sánchez Zambrano, Antonio José Mendoza Guerrero, José Gregorio Moreno Arciniegas, Dixon Sandia Escalante, Santiago Sandi Mendoza, Tomás Lewis Useche Quintero, Jorge Ariza Amado, Luis Alberto Correa Guevara, Rafael Ángel Colmenares Ruiz, Javier Leonardo Contreras Acevedo, Domingo González Claro, Néstor Luis Morán Rodríguez, Alexis Antonio Moreno Navarro, Ramón Alexis Rodríguez Colombo, José Gregorio Zambrano Márquez, Zabdy Bethaida Jiménez Romero, Pedro Manuel Padrón Patiño, Nyman Rosales Cardozo, Manuel Ramírez Torres y el señor Acacio Ramón Labrador Guerrero, conductor de la unidad autobusera.

Tan solo Ocho estudiantes lograron sobrevivir, puesto que lograron salir del vehículo minutos antes de que este se incendiara. Entre ellos se encontraba Gerson Darío Camacho Rolón, para ese entones de trece años de edad y estudiante del segundo año de bachillerato.

Existen Leyendas Urbanas muy románticas, en donde algunos choferes comentan que, en sus viajes en el trayecto, recogen a un estudiante quien pide una “cola” y en el trayecto, cuando el mismo se queda dormido en la unidad, desaparece.

Desde esta redacción, lamentamos ese triste accidente, y estamos seguros que en algún lugar en el cielo, en donde DIOS tiene formados a los Estudiantes de liceos militares, en un hermoso patio, se encuentran estos compañeros y cada uno debe estar mostrando su mejor sonrisa al entregar el parte, tensos y con la gran energía que siempre ha caracterizado a los estudiantes del Liceo Militar Hermano.

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