¡Ustedes son mis Itacas!
Cómo dice la canción de Shakira, “siempre supe qué es mejor, cuando hay que hablar de verdad, empezar por uno mismo”. Y esta frase, para mí genera gran significación porque mi relación de dos es con ustedes, mis compañeros de viaje.
Bueno, comienzo por el principio, me gradué a los 16 años del Liceo Luis Razzetti y así, saliendo de bachiller y habiendo ingresado a la escuela de psicología de la UCV, me llaman para dar clases a los jóvenes de 4to. año del Liceo Razzetti. Esa experiencia, por demás enriquecedora, me dio indicios claros y sostenidos de cuál debía ser la ruta a seguir.
Podrán imaginarse a una Silvia jovencita, que aunque me sigo sintiendo así (debo aclarar) estaba cargada de muchos sueños sobre lo que quería y tenía que ser.
Era la década de los 70. Una década cargada de toda esa energía del movimiento pacifista global, con las luchas por la paz y el decirle no a la guerra.
Y al pasar el tiempo, esa Silvia fue creciendo. Y así fue como me enteré que en un Liceo llamado Gran Mariscal de Ayacucho estaban solicitando personal docente.
Da la casualidad que la Profesora Carmen Hernández, que era la Jefa del Departamento Sociales en el Liceo, conocía a mi papá, y en una de las tantas conversaciones que tenían, le preguntó a mi padre sobre lo que estaba estudiando yo. Mi padre le dice que Psicología y ¡¡¡albricias!!! Me llama y me entrevista en persona.
Aún recuerdo mi llegada al Liceo en 1978. Recuerdo los pasos que seguí hacia el lugar donde me iban a entrevistar, y mi grata sorpresa es que me contratan para dar clases de la materia Formación Moral y Cívica a unos niños de 1er. Año, lo que luego se conoció como 7mo. grado, que estaban llenos de expectativas, temores e inquietudes.
Anécdotas muchas. Recuerdos hasta lo infinito de la memoria. Pero de ahí en adelante asumí al Liceo Gran Mariscal de Ayacucho cómo mi segunda familia.
Y esa bachiller, estudiante de psicología fue poco a poco escalando, ascendiendo de grado como se conoce en el argot militar. Y así fue como comencé a dar clases de Psicología en 4to año, pasando luego a formar parte del Departamento de Orientación, terminando por encabezar la Jefatura del Departamento siempre con orgullo Mariscalista.
De allí mi relación con el mundo militar se estrechó aún más, cuando me tocó en 1989 ser Asesora de Planes y Programas de la Dirección de Bienestar y Seguridad Social del Ministerio de la Defensa bajo la dirección del entrañable y muy querido G/D Raúl Rojas Lugo.
En mi paso por el Ministerio de la Defensa, he de decir que me siento orgullosa de haber sido parte de los pioneros que introdujimos la aplicación del concepto de Gerencia por Calidad Total en los Programas de Bienestar para todos los componentes de la Fuerza Armada.
Y es así como recibo distintas condecoraciones y reconocimientos. Pero sin duda alguna los mejores de ellos son el haber sido nombrada cómo Madrina de las Promociones XXVI y XXIX de mi querido Liceo Gran Mariscal de Ayacucho y sobre todo ser profesora de diferentes promociones.
Hoy, ya siendo Psicóloga y Psicoterapeuta con años de experiencia profesional, he sido testigo de honor de toda la semilla que sembré en los corazones de aquellos jovencitos, que los vi desde muy pequeños, y hoy están esparcidos creciendo por Venezuela y el mundo entero.
Y ello es mi mayor tesoro. Cómo decía el Poema de Konstantinos Kavaffis “Itaca”: “Itaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella no hay habrías emprendido el camino.” ¡Ustedes son mis Itacas!
Resumen Profesional:
Silvia Rosales original de los Valles de Aragua; Psicóloga de la UCV, con Postgrado en Dinámica y Promotora de Bienestar en Psicología positiva, especialista en Familia y Pareja. Trabajó en el Licmilaya desde 1978 hasta 1990 como Docente y Psicóloga, y Jefa del Departamento de Orientación y Bienestar.
Actualmente ejerce consulta privada.
Miembro de Psicólogos sin Fronteras y de la Federación de Psicólogos de Venezuela.
Psic. y Psicoterapeuta Silvia Rosales
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