Escribir para ustedes
Escribir para ustedes, necesariamente me lleva a reconocer esa conexión que persiste a pesar del tiempo (no tanto por la distancia), sentimientos que parecen más fuertes entre promociones cercanas pero que, gracias al sentir Mariscalista y por la dinámica de estos tiempos, están latentes entre todas las promociones. Me siento honrado y agradecido por ser parte de esta gran familia Mariscalista que nos hace sentir orgullosos de nuestra historia, de nuestra identidad y que nos alienta a construir nuestro legado como nación.
La Transición Energética
Voy a hacer algunos comentarios sobre la Transición Energética, tema de vital importancia presente y futura para nuestro país y el resto del mundo.
La transición energética es el proceso de transformación hacia un modelo energético más sostenible, eficiente y diversificado mediante la sustitución de la dependencia de los combustibles tradicionales fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero, por fuentes alternativas de energías renovables. Hoy por hoy, la transformación de la matriz energética es un desafío que requiere de la participación y del compromiso de todos los sectores y actores sociales.
¿Qué está ocurriendo en nuestra región? ¿Podemos diferenciar entre la Región Andina y Latinoamérica?
Según el Índice de Transición Energética (ETI) elaborado por Siemens Energy (2019), Latinoamérica, con apenas un 22% de progreso, es la región con menores avances en el mundo en cuanto a transición energética, dentro de la región hay diferencias significativas siendo Chile, Uruguay y Costa Rica los más avanzados en el desarrollo de energías renovables, mientras que Venezuela, Bolivia o Nicaragua se encuentran rezagados.
La Región Andina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, representa el 16% del consumo final de energía en Latinoamérica, siendo el sector transporte el de mayor relevancia (44% de la matriz), seguido por los sectores industrial y residencial.
Según OLADE (Organización Latinoamericana de Energía), la Región Andina ha asumido el compromiso de lograr la meta regional del 70% de energías renovables en la matriz energética para el año 2030, como parte de la iniciativa RELAC (Renovables en América Latina y el Caribe). Son varias las iniciativas de cooperación a nivel regional en áreas prioritarias como la energía eólica, solar fotovoltaica (FV), biomasa, la red de transmisión y distribución eléctrica, la generación distribuida y la electro movilidad; y estos son algunos ejemplos en la región: Colombia ha desarrollado una regulación y una hoja de ruta para impulsar el desarrollo de la energía eólica marina en su territorio, así como para la energía solar FV. Perú ha lanzado el Plan Nacional de Electrificación Rural 2021-2025, que busca ampliar el acceso a la electricidad a más de 2 millones de personas en zonas rurales y aisladas, mediante el uso de sistemas fotovoltaicos individuales y colectivos, también ha establecido la meta de alcanzar el 15% de participación de las energías renovables no convencionales en su matriz eléctrica al 2030. Ecuador cuenta con sendos parques eólicos, Villonaco I (2013), Villonaco II y III (2021).
Además de estos casos a nivel institucional de Estado-gobierno, hay numerosos ejemplos, sobre todo en desarrollo de parques solares fotovoltaicos (FV), a nivel de gobiernos locales, de comunidades, empresas y particulares en Colombia, Ecuador y Perú.
Aunque Bolivia se ha propuesto alcanzar el 74% de participación de las energías renovables en su matriz eléctrica al 2025, enfrenta limitaciones financieras, técnicas y regulatorias para impulsar la transición energética.
¿Qué ocurre en Venezuela?
En nuestro caso, Venezuela sufre de una grave crisis energética debido a la falta de mantenimiento e inversión en el sector eléctrico nacional, la energía hidroeléctrica (que es también energía alternativa renovable), representa el 65% de la generación eléctrica, pero es insuficiente y no es confiable dada la crisis en el sector.
Venezuela tiene importantes y probadas reservas en yacimientos de petróleo, sin embargo, se requiere una modificación del marco legal, además una enorme inversión para por lo menos restaurar a niveles de hace 25 años la extracción de petróleo. Venezuela también tiene un potencial igual o mayor que cualquiera de los países de la región para desarrollar fuentes alternativas no tradicionales de energía renovable, como la solar fotovoltaica (FV), la eólica y la geotérmica, entre otras, también posee enormes reservas de gas natural que podría ser pilar fundamental en el proceso de Transición Energética, sin embargo, como ya mencioné, se requiere de una reforma del marco legal e institucional que rigen el sector eléctrico.
En este punto cabe preguntar, ¿Qué detiene la toma y/o implementación de decisiones? Mientras en otros países de la región, los gobiernos de los Estados han tomado la iniciativa o han acompañado a las empresas y a la sociedad organizada, en busca de soluciones para el suministro de electricidad provenientes de fuentes de energía alternativas renovables no convencionales, en nuestro país, estas iniciativas parecen extinguirse, inclusive antes de nacer, frente a “la realidad” económica, política y social en Venezuela, el Estado Venezolano, aunque ha incursionado en estas iniciativas, solo ha logrado impulsar y mantener algunas de ellas, por otra parte, han tardado, tanto el Estado Venezolano como la sociedad, en identificar la necesidad y asumir el compromiso de establecer un marco legal que sea regulatorio, pero que además, promueva y facilite la adopción de tecnologías en este sentido.
¿Cuál podría ser la solución a la crisis energética en Venezuela?
Es razonable pensar que la solución a la crisis, evidenciada por la insuficiencia y las fallas en el suministro eléctrico, así como la necesidad de cumplir los compromisos internacionales suscritos por el Estado venezolano y con los artículos pertinentes en la propia Constitución Nacional en cuanto a protección ambiental y derechos, no es otra vía que la Transición Energética.
Sobran las oportunidades para resolver, en vía de la Transición Energética, problemas de suministro de electricidad a todo nivel, desde comunidades remotas sin servicio de la red eléctrica pública, hasta la incorporación de estas fuentes alternativas de energía renovables en la matriz energética a nivel regional.
No se trata simplemente de resolver la emergencia eléctrica, es un cambio necesario de conciencia, es sensibilizar a las personas sobre el impacto que el cambio climático ejerce sobre la sociedad, de las políticas y soluciones propuestas, se trata de un problema real y pagaremos el costo, tal y como está ocurriendo en el resto del planeta, de rehabilitar nuestra forma de vida si no actuamos.
La incorporación de fuentes alternativas de energías renovables, como las energías eólica y solar FV, están demostrando ser la solución, mientras el costo de generación tradicional de electricidad proveniente de fuentes de combustibles fósiles aumenta, el costo de generación eólica y solar FV disminuyen.
Pero es imprescindible la implementación adecuada de estas tecnologías, para cada caso es como un traje a la medida, debe hacerse el diagnóstico e identificación del problema con las herramientas adecuadas para proponer la mejor solución. La tecnología está al alcance del público, pero solo es posible competir y obtener resultados satisfactorios pensando, no solamente en la emergencia eléctrica del momento, sino en la solución del problema de suministro eléctrico sostenible y confiable en el tiempo.
Ejemplos de iniciativas y vacíos energéticos en Venezuela
Ejemplos de iniciativas en Venezuela hay muchos, sobre todo a nivel particular en pequeña y mediana escalas, hay varias iniciativas públicas en operación, también a pequeña y mediana escala, sin embargo, hay importantes nichos a ser atendidos, por ejemplo la generación distribuida mediante plantas generadoras solares FV y/o eólicas, bien sea interconectadas para reforzar el SEN (Sistema Eléctrico Nacional), o en micro redes para abastecer localidades remotas donde no existe el servicio eléctrico público o es insuficiente; sistemas de mediana escala para complementar o suplementar el requerimiento eléctrico en comercios, industrias, conjuntos residenciales, empresas agropecuarias y agroindustriales, entre otros; sistemas de bombeo agrícola para riego, almacenamiento, ganadería, o bombeo para acueductos en sectores urbanos y rurales; electro movilidad a nivel particular para carga y pasajeros, transporte público, iluminación, etc…. Quizás sea necesaria una visión más específica pero un tanto más flexible, acerca del Estado, el gobierno y la sociedad.
Imágenes de algunos sistemas de energía alternativos en Venezuela