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El Paradigma De La Generación De Electricidad En Venezuela Y La Alternativa De La Energía Solar

El Sistema Eléctrico Nacional de Venezuela

El paradigma de la generación de electricidad en Venezuela es el de un sistema interconectado nacional que depende en gran medida de la energía hidroeléctrica, proveniente principalmente de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri), sin embargo, este sistema, por razones de todos conocidas y que no vamos a tratar aquí, no cumple a cabalidad su función con las consecuencias que ello acarrea.

Venezuela tiene una capacidad instalada de generación eléctrica de 32.956 megavatios (MW), de los cuales 15.469 MW son de origen renovable (hidroeléctrico) mientras que el resto corresponde casi en su totalidad, a generación termoeléctrica. Hoy día la generación efectiva es alrededor del 30% de la capacidad instalada que no es suficiente para atender la demanda actual.

Superar la coyuntura actual en el sector eléctrico nacional, requiere un plan integral que contemple la rehabilitación y modernización de la infraestructura existente, el desarrollo de nuevas fuentes de generación (tanto renovables como no renovables), la diversificación y descentralización del sistema eléctrico, el fortalecimiento de la transmisión y distribución, la mejora de la eficiencia y el ahorro energético, y la participación de todos los actores involucrados en el sector eléctrico.

Ante esta realidad, muchos venezolanos han venido recurriendo a soluciones de diversa índole, desde alumbrarse con velas, mecheros y linternas, hasta instalar equipos de generación propia para obtener electricidad mediante generadores a gasolina, gas o diésel; sin embargo, estas alternativas muchas veces y por diversas razones, suelen ser insuficientes, costosas, inseguras y/o contaminantes, además son soluciones puntuales, y la falta de electricidad también afecta los servicios públicos básicos como el agua potable, la salud, la educación, la comunicación, el transporte, el alumbrado público, la seguridad, entre otros.

Alternativas de solución

Resolver la coyuntura actual del sistema eléctrico nacional, es una oportunidad para garantizar el derecho al acceso a la energía para todos, y para impulsar el desarrollo económico y social del país, mediante la  promoción de la participación de todos los actores involucrados en el sector eléctrico para garantizar una gestión más eficiente, transparente y sostenible, así como la promoción de un cambio de conciencia de todos nosotros, para mejorar la eficiencia en el consumo y uso racional de la electricidad.

Algunas alternativas para la recuperación del sistema eléctrico nacional son:

  1. Rehabilitar y modernizar la infraestructura de generación de electricidad existente, tanto hidroeléctrica como termoeléctrica, y tiene sentido, no solo por la cantidad de obras de infraestructura existentes, sino también porque Venezuela tiene importantes reservas probadas de hidrocarburos, incluyendo gas natural, hoy día considerada como la fuente de energía para la transición energética.
  2. Rehabilitar y fortalecer la transmisión y distribución de electricidad, imprescindible para hacer llegar la electricidad desde donde se genera hasta los consumidores.
  3. Explorar y desarrollar nuevas fuentes de energía tradicional no renovable, en particular el gas natural, para la generación de electricidad, en pro de la diversificación de la matriz energética nacional.
  4. Explorar la posibilidad y desarrollar la infraestructura para utilizar fuentes alternativas de energía renovable que aporten a la descentralización del sistema interconectado nacional y a la diversificación de la matriz energética nacional, contribuyendo a mejorar la oferta de energía eléctrica del sistema interconectado nacional.

La Energía Solar Fotovoltáica (FV)

Es en este cuarto punto donde queremos hacer hincapié, en particular en la promoción e incorporación de la energía solar fotovoltaica (FV) como fuente alternativa de energía.

Aunque buena parte de los venezolanos hemos escuchado alguna vez acerca de los paneles solares, el desconocimiento sobre lo que esta tecnología representa, o el desconocimiento de su existencia, el relativo bajo costo de los equipos, y la logística de procura de combustibles, lubricantes y mantenimiento (de plantas eléctricas portátiles), aunado al estigma que es la “emergencia eléctrica”, hasta hace poco condicionaron, sobre todo a nivel residencial, comercial medio, ligero, y a pesar de la violación de normas y riesgos de seguridad, la tendencia hacia la utilización de generadores de gasolina y diésel de pequeña y mediana capacidad para resolver en alguna medida esta circunstancia.

Las condiciones han cambiado, ciertamente sigue habiendo desconocimiento, o falta de conciencia clara, sobre lo que esta tecnología representa, pero, aun así, muchas personas preguntan sobre la posibilidad de aprovechar el sol como fuente de energía que además puede ser almacenada en baterías.

La falta de conocimiento o cultura sobre los pro y los contra no le permiten a cualquier usuario potencial evaluar la utilización de esta tecnología en comparación con las opciones tradicionales, por ejemplo, el concepto del costo por unidad de energía consumida (generalmente $/kWh) es cinco a diez veces menor para un sistema de generación solar FV, sin costos de combustibles y lubricantes, muy bajo mantenimiento y cuya esperanza de vida útil puede superar los 25 años, en comparación con un generador diésel, con costos importantes en combustible, lubricantes y mantenimiento, cuya vida útil generalmente es de 5 años.

Lo que usualmente ocurre es que el usuario potencial simplemente compara el costo de instalación o de adquisición (generalmente $/kW de potencia) que suele ser mayor para un sistema de generación solar FV en comparación con un generador diésel.

Pero la falta de conocimiento o cultura no es el único factor y en la mayoría de los casos, no lo consideramos como el factor de mayor peso en la toma de una decisión al respecto. Puede ser fácil imaginar cómo serían las cosas si productores, comerciantes, industriales y habitantes en sitios alejados generasen su propia electricidad y a la vez, pudiesen contribuir a la oferta de electricidad del sistema interconectado nacional vendiendo los excedentes de energía no utilizados ni almacenados, como serian si en ubicaciones remotas donde no llega el sistema interconectado nacional, en vez de construir costosas líneas de transmisión, distribución y sub estaciones, los consumidores pudiesen generar y almacenar su propia electricidad…….. ejemplo de situaciones de este tipo abundan.

Entonces, ¿Qué es lo que falta? ¿Hacia dónde enfocar los esfuerzos?

Parece evidente que, si las tarifas por el suministro de electricidad representasen el costo real por el servicio, entonces habría una razón de peso para que cualquier consumidor, sin importar donde estuviese, instalase un sistema de generación de Energía Solar FV que le permitiese ahorrar en la factura eléctrica.

En países donde la factura eléctrica representa el costo del servicio, como en los Estados Unidos de Norteamérica o en Europa, en general la incorporación de la tecnología de generación solar FV no ocurre por el solo hecho que existe la posibilidad de ahorrar en la factura de electricidad, realmente sucede porque hay coherencia en las políticas públicas e interés en financiar este tipo de proyectos.

Necesario entonces es la difusión del conocimiento acerca de estas tecnologías, así como la ley y marco regulatorio como punto de partida para el diseño e implementación de políticas públicas en pro de la adopción de esta y otras tecnologías para la generación y almacenamiento de energías alternativas renovables.

En otra oportunidad comentaremos sobre inversión y posibilidades de financiamiento.

Por Oscar Eduardo Mendoza Santos

Octubre, 2023.

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