Al Maestro con Cariño es el nombre de un film de 1967, con un notable equipo, dirigido por James Clavell, gran director y mejor escritor, protagonizado por una estrella naciente como Sidney Poitiers, una gran melodía interpretada por una notable cantante llamada Lulú, que narraba las vivencias de un profesor de secundaria en un liceo del Reino Unido. Gran película, muy emocional y muy ilustrativa.
He decido utilizar el nombre de este film clásico, que marcó un hito en la visión de la educación, dado que el leitmotiv de este número de la revista Somos LicmilAya es el recuerdo y homenaje a nuestros maestros, profesores, oficiales y suboficiales que cumplieron la noble función de ser nuestros guías y mentores, durante los juveniles años de nuestra formación secundaria, añoos por demás determinantes en la formación de la personalidad, la intelectualidad y moralidad.
Soy de las viejas promociones, de la XIII, por lo tanto solo puedo mencionar a aquellas personas con las que compartí durante mis años de liceo, y que probablemente resultarán desconocidas para las nuevas generaciones.
En primer lugar quiero decir que existió una clara preocupación por la calidad de nuestra enseñanza, formando un grupo de profesores experimentados, con excelente formación y sobre con la vocación de transmitir cabalmente sus conocimientos y ayudar a formar la personalidad de sus alumnos. Fueron muchos, naturalmente algunos dejaron una huella más profunda que otros. Recuerdo la paciencia infinita de la Profa. Ivon de Vargas y la Profa. Aura de Ojeda, quizás inherente a las docentes de Biología, la inigualable Profa. de Inglés María de Melis, y la Profa. Gisela Kudary, mis tres hadas madrinas en momentos difíciles; la amable precisión de la Profa. Olga de Velandia, la discreta elegancia y calidad de la Profa. Rosa Berroterán, la implacable tenacidad del Prof. Héctor Santoyo para inculcarnos las ecuaciones de 2do grado, la confraternidad de Exermín Roa, el entusiasmo de la Profa. Graciela Cárdenas y Emma de Relling, que afianzaron mi pasión por la Historia; la extremada seriedad y calidad del Prof. Rojo Lucio, y, disculpen el cliché, el profundo impacto de la Profa. de literatura, Gladys Perna.
Pero no solo fueron profesores nuestros mentores, hubo numerosos oficiales y suboficiales que también cumplieron un importante rol en nuestra formación. En esa época había militaros de todas las fuerzas en el Liceo, la 2da Compañía representaba el ejército, la 3ra la armada, la 4ta la aviación y la 5ta la guardia nacional. Recordamos al mayor Juan Bastardo Velázquez, el capitán Sócrates Gutiérrez, el tcnel José Carusso dos subtenientes de la guardia nacional, Lunar y Méndez Martínez, que eran los cazadores de quienes faltaban las reglas, el st1 Rafael Belisario Aponte, tuvimos un oficial que llegó a ministro de la Defensa, el mayor Eliodoro Guerrero Gómez: y un teniente de fragata que era un águila cuidando las jovencitas de la compañía femenina, Germán Martínez Medina: algunos más distantes, otros más cercanos, pero todos imbuidos en la disciplina y el honor militar, huella imperecedera que dejaron en nosotros.
Hubo otros personajes importantes, recuerdo con admiración al capitán retirado Hernán García Prada, la persona que más se ajusta a la expresión: ”un oficial y un caballero”, siempre impecable, siempre sereno, siempre un guía amable pero firme, logre establecer un estrecho contacto con él cuando guio mis primero pasos en el periodismo, asesorándonos en la elaboración de nuestra revista: el siempre recordado Centinela.
Hubo profesores y personal militar de otras generaciones, que no fueron mencionados, pero a ellos también va dirigido este homenaje, porque estoy seguro que también ellos hicieron su mejor esfuerzo para la formación de los jóvenes mariscalistas.
Por eso hoy, 50 años después queremos rendir homenaje a estas personas, que con muchos aciertos y pocos desaciertos, pusieron su mente y su corazón para darnos una formación integral, que incluyó el conocimiento, el espíritu crítico, la moral, la dignidad, el honor y el compañerismo que hasta hoy nos acompañan.
De parte de todos nosotros gracias.
Los invito a disfrutar de una hermosa canción: